Con la declaración en bancarrota de Avianca, la crisis de las aerolíneas en Latinoamérica se hace cada vez más latente. Disminución en el tráfico de pasajeros y continuidad del costo de operación son unas de las causantes de la crisis.
El 10 de mayo, Avianca Holdings S.A. se ha declarado en bancarrota bajo el capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos. La suspensión de sus operaciones desde mediados de marzo a raíz del COVID-19 redujo sus ingresos en más del 80%, según informa la aerolínea.
Dicho procedimiento legal permite a una empresa reorganizarse y terminar una reestructuración financiera con la supervisión del sistema judicial de Estados Unidos. De igual manera, el continuar sus operaciones bajo la administración de su Junta Directiva y equipo directivo. No es la primera vez que Avianca se acoge a esta legislación. En 2003 también lo realizó permitiendo así su fortalecimiento para luego expandirse en Latinoamérica.
El que la aerolínea más antigua de Latinoamérica acoja esta legislación es una consecuencia de la pandemia del COVID-19. En abril, los representantes de las aerolíneas para América Latina y el Caribe proyectaron una caída en los ingresos de estas compañías de hasta 18.000 millones de dólares debido al alargue de la crisis por el coronavirus, según informó la revista Forbes. (También le puede interesar información de otros sectores, según Forbes)
Dicha entidad también advierte que se requiere del apoyo de los gobiernos afrontar la crisis, mediante el retraso de obligaciones fiscales. Así mismo, se prevé el despido de 2,9 millones de empleados debido a la crisis de aerolíneas en Latinoamérica.
La crisis de las aerolíneas en Latinoamérica tiene su origen, según la IATA, en diferentes factores causados por la pandemia del COVID-19, algunos de los cuales mencionamos a continuación:
Disminución del tráfico de pasajeros
El vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Peter Cerdá, presentó el mes pasado una proyección en la disminución de pasajeros que está entre el -41% al -49% para las Américas y el Caribe. No obstante, el tráfico de pasajeros en el ámbito mundial se ha reducido en un 90%.
La aerolínea brasileña Latam, por ejemplo, estima que para el 2021 la demanda de vuelos caerá entre del 30% al 40%.
Costos de operación sostenidos durante crisis de las aerolíneas en Latinoamérica
El director ejecutivo de la patronal de las aerolíneas de la región (ALTA), Luis Felipe de Oliveira, aseguró en una entrevista al diario El País de España que los costos de operación aún se mantienen a la mitad, a pesar de no operar de la misma manera: «no se ha conseguido reducir el costo de la plantilla como se imaginaba, tampoco el leasing ni algunos costos aeroportuarios, impuestos… El 50% de todo nuestro gasto sigue ocurriendo».
Con la disminución de vuelos, la mayor parte de las flotas se han visto paradas en tierra. Tal y como en Estados Unidos, que tiene cerca de 1.800 aviones en tierra, se ve el panorama en las naciones latinas.
Falta de apoyo de algunos gobiernos latinoamericanos
Luis Felipe de Oliveira también aseveró que Latinoamérica es una de las plazas más costosas para operar según sus condiciones. Una razón se presenta con el incremento en el precio del combustible, la otra en los altos gravámenes de sus mercados. Además, se le suma a esto la falta de apoyo de muchos gobiernos en estos tiempos de crisis.
«Ha habido movimientos en algunos países, como en Brasil o Colombia, pero desafortunadamente no estamos viendo rescates económicos a los niveles que estamos viendo en EE.UU o en Australia: acá estamos viendo únicamente la postergación de pago de impuestos o de costes de transporte aéreo. Y eso no es suficiente: está muy lejos de lo que necesitamos como industria», asegura de Oliveira.
Recientemente Argentina decretó, mediante la Resolución 144/2020, la restricción de operaciones aéreas hasta septiembre del 2020. Dicha noticia, en palabras de Peter Cerdá, aumentaría las pérdidas para las aerolíneas. «El impacto en las ventas con restricciones hasta mayo es de 2.300 millones de dólares y peligran 14.000 puestos de trabajo. Si se extiende a septiembre, el impacto es de 3.000 millones y 18.500 puestos en riesgo».
El panorama para las aerolíneas en el ámbito mundial no es nada alentador. Se estiman pérdidas por más de USD $27.800 millones, en donde las aerolíneas asiáticas serían las más afectadas. No obstante, el mercado latinoamericano sería uno de los más difíciles de recuperar dados los resultados no tan positivos como los de otras regiones, en los últimos años.